No es la primera vez que la palabra «camino», o el mismísimo Camino de Santiago, aparecen en una de mis reflexiones en este blog. Pero en esta ocasión lo hace de una forma especial e ilusionante para mí. Hace mucho tiempo que tenía en mente escribir una novela ambientada en el Camino. No solo por mi particular idilio con él, sino porque para alguien que habla y escribe sobre la vida, la enfermedad y la muerte, la «ruta de las estrellas» es un escenario óptimo ya que constituye una inmejorable analogía de la vida en su totalidad.
En el Camino hay propósito, esfuerzo, voluntad, relaciones, imprevistos, ilusión, emociones, interioridad, momentos sublimes, momentos durísimos, cambio, movimiento constante, planes que se deshacen, casualidades que no lo son, encuentros, alegría, fatiga, malestar… y a veces, muerte. Todo ello va conformando una amalgama que se va entretejiendo y en la que nos sentimos transportados, dejándonos fluir o resistiéndonos y queriendo controlar, como hacemos en nuestra vida cotidiana. Pero es precisamente el estar lejos de nuestra vida cotidiana, sin más objetivo que caminar y avanzar, lo que facilita que ocurra algo diferente. Claro que cada uno sale a caminar con su particular mochila a cuestas, en la que va comprendida toda su existencia, de la que no se va a poder desprender, pero durante ese paréntesis, en ese tiempo suspendido en el tiempo, puede llegar a suceder algún tipo de transformación.
Réquiem en el Camino no es una novela sobre el Camino, sino una novela que transcurre mayoritariamente en el Camino. La que es mi cuarta narración de ficción (y mi octavo libro publicado) tiene como protagonistas a los miembros de una familia que ha sido golpeada por la tragedia durante la pandemia. Es un relato en clave de reflexión acerca de la toma de conciencia de la propia vida, de las relaciones entre las personas, de los efectos secundarios del confinamiento, de la culpa, del sentido de la vida, del sufrimiento, y de la muerte. Ante todo ello, el Camino se erige en testigo, en mudo acompañante a veces silencioso y a veces incisivo pero en ningún caso indiferente o ajeno a las emociones que bullen en los corazones de los protagonistas, sino todo lo contrario. Las vivencias están siempre condicionadas por los lugares y por la atmósfera donde son experimentadas, y eso es lo que va a suceder durante el itinerante relato.
Al igual que con todos los libros que he escrito, con esta novela no solo busco entretener y hacer pasar un buen rato con la lectura y ofrecer mi particular homenaje al Camino de Santiago, sino, y lo más importante, aspiro a proporcionar elementos al lector/a para su reflexión personal acerca de los temas que van surgiendo. Somos los constructores (y los responsables) de nuestras vidas, y si algo de lo que muestra Réquiem en el Camino puede ser útil en este proceso de crecimiento personal de cada uno que no tiene fin, me daré por más que satisfecho.
Decía hace poco en una charla (en el contexto del reciente Sant Jordi) que los relatos de ficción pueden ser una forma asequible de acercarse a temas que se nos hacen difíciles, y que la lectura nos puede ayudar a abrir la mente y el corazón y a avanzar en ese camino personal hacia una mayor consciencia de vida y hacia una mayor libertad. Mi deseo es que Réquiem en el Camino ofrezca una nueva posibilidad en esa tarea de aprendizaje.
1 comentario en “LIBRO RÉQUIEM EN EL CAMINO”
Rèquiem en el camino es una obra maestra…
Puro reflejo de lo que el ser humano es capaz de sentir; desde la ignorancia más absoluta de la repercusión negativa de sus actos, hasta el amor mas sublime, capaz de sacrificar la pròpia vida por conseguir el perdon de los seres más queridos…
Es un “camino” infinito del corazon y del alma, donde las reflexiones, las dudas, y los sentimientos se debaten constantemente hasta conseguir el perdon, el acercamiento y el amor sin condiciones.
El relato del autor, te hace sentir y ver cada lugar que describe, y te invita a emocionarte al culminar la historia con tanta fuerza y calor humano
Gracias Juan Carlos por este libro que nos permite estar atentos y vibrar hasta el final!